Caracas State of Mind

10:30:00 p.m.

Altamira
Plaza Francia de Altamira - Daniel Prado

Toda ciudad oculta sonidos tras sus muros. Y no hablo de las cornetas de los autos, ni de los ruidos del tren o los gritos de su gente, me refiero a melodías muy peculiares que traspasan el ruido superficial, a la esencia de una urbe que es absorbida por una gran cantidad de artistas de la región para luego sintetizarla en música, convirtiendo toda esa algarabía de las calles en canciones idóneas para acompañar la cotidianidad.

Un  vivo ejemplo de ello es el compositor Caraqueño Erly Ruíz, mejor conocido como Dolli, quien dice que, si su música fuese un perro, sería un Cacri. En una mezcla de sonidos electrónicos, experimentales y caribeños, nos trae el tema Abriendo Los Ojos




En este, se siente cómo si las mañanas en la capital iniciaran ligeras y tenues,  dentro de un apartamento, preparándose para el porvenir. Progresivamente se transforma en transeúnte, en un paseo a través del centro, en el recuerdo de los artistas urbanos, los zanqueros y estatuas vivientes ofreciéndoles su espectáculo a los niños.

Al llegar la hora pico, la ciudad toma otro ritmo. Todo se acelera, como si de un time lapse se tratara. Y la agrupación Todosantos supo tomar estar onda para crear 1999, el primer tema de su disco Aeropuerto,  y así sumergirnos en la velocidad que corre la ciudad, en el congestionamiento de calles y estaciones de metro, en la sobrepoblación.

El caos de Caracas fue un catalizador, estábamos sintiendo ese colapso en el país y había cierta rebeldía o angustia derivada de eso, que marcó la actitud de la banda.
Mencionó Alberto Stangarone, con respecto a los elementos que inspiraron a la banda a realizar su influyente disco en la movida musical nacional. 



Actualmente la agrupación está desintegrada, sin embargo, cada uno sigue realizando música por separado. Stangarone, trabaja como solista bajo el seudónimo de Sunsplash, y recientemente lanzó el tema Chimes, un proyecto audiovisual dedicado a la ciudad de Caracas, demostrando el amor que le tiene a su ciudad nativa.


En ocasiones, una región se define más por su gente que por su estructura, por eso, dándole un aire jocoso, La Clem de la Clem, tomó una característica costumbre de los caraqueños, esa hábito de llamar “mami”, sin pena ni permiso, a las mujeres bellas que transitan por la calle.  Clementina Francisco, compuso No Me Digas Mami en respuesta de ello y lo colocó en un ritmo muy pop.



Para finalizar, Masseratti 2lts, junto a la directora Alejandra Castro, le regalaron un poema sonoro/visual a la ciudad que tanto quieren. A esa capital caótica y descuidada. Invadida por un gran río que la atraviesa, aunque este no esté en las mejores condiciones. Cobijado por el Ávila, esa inspiradora montaña que todos conocemos. Y otras que, de noche, se llenan de luces, como un pesebre, pero de día, muestran su verdadera cara. Esa ciudad, donde todo es posible e imposible, donde se sueña en grande, sintiéndose tan pequeño, tan apretado.



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